Un pequeño gesto

 

Ese pequeño gesto alumbró mi vida como la luminosidad de la alborada.

Hoy canturrean los mirlos, con su gorjeo aflautado que anuncia el amanecer con su luz sutil incipiente. 

Ese frágil momento, como un sueño que invita a volar, no quiero que desaparezca. La algarabía de los pájaros

me tranquiliza y apacigua mi ser.

 

El dolor de las pérdidas se va difuminando con el tiempo y los recuerdos bellos entran en los pensamientos cotidianos, como lluvia refrescante en días de calor.

 

 

Araceli García López  - Palma, 03-08-2025