MIS VIEJOS OJOS

 

Mis ojos ya viejos, como melaza oscura envolvente, muestran la bruma histórica que siempre me acompaña. 

Una compasión efímera por mis imperfecciones empeoradas por el tiempo, me persigue de vez en cuando, realzando el poder de las extrañas criaturas instaladas en mi mente,  ansiosas de silencios y temblores medrosos.

 

Se balancean mis miedos al próximo futuro irrevocable, como frágil crisol a punto de romperse, conmoviéndome e hiriendo mi corazón.

 

La imagen  que me atormenta constantemente trunca mi equilibrio y caigo presa del desasosiego que me atosiga, en una elegía perenne quieta y taciturna, transitando a mi lado junto a mis ilusiones perdidas. 

 

El sabor amargo de ese sufrimiento hediondo, migajas de diluvio ácido en embate con mis lamentaciones, cuelga en mis sueños como un grito aturdido, sinfonía extraordinaria despertándome en alboradas perpetuas, reflejo elemental que dejo en este poema ofuscado, para evadir el fango en el que temo hundirme.

 

-        Araceli García López – Palma, a 31/01/23