NECIOS


 

Mira a lo lejos, la marea de hombres encadenados.  Mira como se mueven sin ver, sin sentir, caminando a golpes de martillo.

Mordidos por la avaricia, por el huracán de la envidia; cada uno arrastrando sus cadenas, como hombres hormiga, laboriosos.

Su meta, aquel deportivo o aquel yate, quizás. Poco a poco añaden eslabones a su atadura.

¡Necios!. ¡Os olvidáis de vivir!. No hay tumbas tan grandes, no caben coches, ni yates, ni casas, sólo cuerpos muertos que no tienen nada.

 - Araceli García López- (Palma de Mallorca)