La despedida

 

 

Percibí vergüenza en la sabiduría

y rompiste las alas de tu memoria,

sesgadas en la pureza húmeda.

 

Con sabor a lentitud,

a temblores,

a suavidad exhausta,

la serenidad de la noche

nos acercó por un momento.

 

Después, ofreciste la copa del olvido

Y yo...

la acepté.

 

                                  

 

                                          - Araceli García - (Palma de Mallorca)