DEDICADO A:

 Esos jóvenes que quieren independizarse y no pueden porque, gracias a los especuladores, su sueño de tener una vivienda más o menos digna, está cada día más lejos y para aquellos que no tienen ni idea (ni quieren tenerla) de lo que es el sacrificio y prefieren disfrutar la vida al máximo, aunque sea a costa de sus padres.

 

 

Alicia levantó la mirada y contempló especulativamente a la pareja que entraba por la puerta de la inmobiliaria.

-Hola   -dijo- pasen y siéntense.  Cuéntenme, ¿qué desean?

 

-Buenos días. Venimos a informarnos. Nos casamos en breve y queríamos ver si tienen ustedes una casa que se ajuste a lo que buscamos. 

-Bien, seguro que algo encontraremos.  ¿Qué tipo de vivienda tienen en mente?

-Nos gustaría un chalet adosado pequeño, o una planta baja que tuviese algo de terraza o jardín.  Si fuese posible, con piscina comunitaria.

-¿De cuántos m2. estamos hablando?

-De unos 90 o 100 m2. No nos hace falta más de momento.

 

Alicia se fue hasta un mueble con cajones y sacó del primero una carpeta con anillas que se llevó hasta la mesa.

-Miren, éste está muy bien, tiene 3 habitaciones (2 dobles y una sencilla), una cocina de unos 7 m2., la sala de 20, 1 baño en suite y un aseo en el pasillo, coladuría y una terraza de 10 m. que da a la piscina. El entorno como verán es espectacular, jardines y luego, en el centro, la piscina.  Y el precio está fenomenal, 274.000 €. 

 

-¿Tanto? ¿Y la zona?

 

-Es una zona excelente, está a 15 kilómetros de la ciudad solamente.  En Son Xigala.

 

María se volvió hacia Raúl y le preguntó: ¿esa no es la urbanización donde compraron su casa Juan y Carmen? 

-Sí, cariño, esa es.

-Pero ¿no les costó 158.000 € hace 1 año?

-Claro, pero la compraron en planos.

-Ya, ya... aún así, me parece que el coste ha sabido mucho en tan poco tiempo.

 -Y, ¿me podría decir la forma de pago?

 

-Es asequible.  60.000 € a la entrega de llaves y luego, el resto en una hipoteca a 30 años. Sale más o menos a una mensualidad de 1.100 €.  Además, la comunidad es baja, unos 120 € al mes, teniendo en cuenta que el cuidado de jardines y piscina cuestan bastante.

 

Raúl hizo cálculos y entre los dos llegaban a los 2.500 € de sueldo, pensó que tendrían que privarse de demasiadas cosas durante muchos años. Eso de estar hipotecados 30 años  y por tanto dinero... ¡ufff!. Todavía no sabía siquiera como iban a pagar la entrada, con la boda y todo eso.  Además, tendrían que amueblarlo, aunque no vistieran todas las estancias.

  

-Alicia,  dígame... si nos encuentra algo aunque no tenga jardines y piscina, más cerca de la ciudad,  quizás también nos podría interesar.

 

-Claro,  tenemos un piso precioso mucho más cerca, con los mismos metros y las mismas calidades pero sin jardín ni piscina.  Cuesta 214.000 €.  Las condiciones más o menos las mismas.

 

-María buscó con la mirada a Raúl y volvió a preguntar:  ¿Y un pisito de dos habitaciones? Da igual si no es nuevo pero que esté bien conservado.

 

-Aquí tengo uno divino, en estos momentos está en oferta.  No se lo van a creer, pero cuesta tan solo  162.300 €. Una ganga, se lo aseguro.

Tiene más o menos 20 años y hay que hacerle alguna reforma, pero la situación es privilegiada.  Tiene 2 habitaciones, una grande y otra pequeñita, un baño, una cocinita, un saloncito y un balconcito.

 

A Raúl tanto diminutivo le sonó mal pero no quiso ser pesimista.

 -Bueno, y ¿cuándo podemos verlo? 

 

-Si les va bien, ahora mismo. Mi compañera les acompañará, está muy cerca de aquí.

 

-Pues vamos.

 

Cuando llegaron y vieron el edificio, el alma les cayó a los pies. La entrada estaba sucia y el ascensor era una caja de cerillas, la luz estaba fundida y les dio la sensación de entrar en un ataúd.

Al llegar al 5º piso, Lucía, la comercial de la inmobiliaria, les comentó que eso no era muy habitual, normalmente el ascensor tenía luz.

Abrió la puerta, empujó y como no podía abrir, pidió ayuda: Raúl, si no te importa... es que la puerta roza en el suelo. Necesita un cepillado con la lijadora.

Encendió las luces porque no se veía apenas, a pesar de que eran las 12 de la mañana.

-Es un piso interior y la única ventana que da al exterior es la de la sala. La ventaja es que no se oye ningún ruido de la calle.

De pronto, unos golpes resonaron, parecía que se hundía el techo.

-Es Manolito, el niño de arriba, es un poco revoltoso pero un cielo.

 

La cara de la pareja era un poema, el piso era espantoso, con desconchones en las paredes,  los muebles de la cocina del siglo pasado pero la guinda fue cuando María preguntó si podía ir al baño, que ya no aguantaba más.  En cuanto se sentó en la taza empezó a oír un sonido extraño, como de líquido cayendo. Puso atención y descubrió que provenía del piso de al lado. Era el vecino haciendo pis.

Se puso roja como la grana al comprender que también a ella la estaban oyendo.

  

Nada más acabar salió de estampida y le dijo a Raúl que se iba.

-Vamos, vamos... hablamos luego.

 

Se despidieron de la comercial y ya en una cafetería, tomando una tila, empezaron a hablar.

 

-María,  llevamos 2 meses dando vueltas. Y creo que esto es lo único que nos podemos permitir. Así y todo, vamos a tener que estrecharnos el cinturón y de hijos de momento, nada de nada.

 

-Escucha, yo estoy pensando que mejor no nos casamos. De momento estamos bien con nuestros padres, ¿no te parece?. Salimos y entramos cuando queremos, nos vamos de viaje, no tenemos ningún gasto. Y sabes que el día que los míos ya no estén, la casa la heredo yo, que soy hija única.

 

-Tienes razón. Y de paso les hacemos compañía. Si nos vamos no van a saber qué hacer con sus vidas, no tendrán a quien cuidar. Sí, es cierto, lo mejor es quedarnos como estamos.

 

-Entonces, si ya no nos casamos... ¿te parece que vayamos de viaje a Grecia este año?

 

-Sí.  Es un buen lugar para visitar y no lo conocemos. Por mí, está bien. 

 

La calma y la sonrisa volvió a sus rostros. Se dieron un beso y se fueron cogidos de la mano hasta la agencia de viajes más cercana. 

 

 

- Araceli García. Palma de Mallorca - Publicado en la V Antología Internacional de Sensibilidades