BRILLOS FATUOS
Contra la pared, como asceta forzoso, se entrega a la discontinuidad de su percepción.
Sin reservas, la deja rodar, esbozando los contornos de la vertiente por la que se desliza, prófuga y contradictoria.
¿Trastorno o eclosión? Reflexión acelerada, excéntrica… agotando significados.
Ensambla las piezas, reclama la reacción extrema dando acceso a la crisis que, después, orillará, con su talante suspicaz pero benevolente.
La extraña combinación de pasajes de una sinfonía espectral y un olor edulcorado que invade el aire, le transportan.
En el vaso, verdín y veneno.
En su espíritu, el filtro para brillos fatuos.
- Araceli García López- (Palma de Mallorca)