Versos malheridos
Desafían distantes
mis versos malheridos.
Se deslizan indolentes.
Transformados.
Breves vestigios
que reposan en cauces
resignados.
El ínfimo albor funesto
muere marchito casi al nacer.
Como rastro sólo queda
un sombrío siseo
y unas mutiladas estrofas
que se ríen de mí
inmisericordes.
- Araceli García – Palma de Mallorca. Agosto 2008
No me puedo morir
Muda…
Callé las razones de mi indolencia.
Fui presa de la mariposa liviana,
de la irreverente desilusión,
del lamento censurado.
Y sigo aquí,
anclada en el trasiego,
con la boca cerrada.
Boca sin lengua…
Vela sin mecha
ni aroma.
Cansada de caminar despacio
sin poderme morir.
- Araceli García – Palma de Mallorca. Agosto 2008
DESCONFÍA, CORAZÓN
Trepa inmisericorde
la serpiente.
Roza
invulnerable y tenaz,
cruzando sibilina el débil hilo
que sustenta la esperanza.
Luego
se duerme silenciosa,
posándose en el olvido.
Desconfía, corazón.
No bajes la guardia.
Recuerda siempre
su olor acre,
el que emana de la muerte.
- Araceli García – Palma de Mallorca – Enero’08
La hoja verde
Canta, mientras anochece en sus ojos .
En la mirada, nubes hondas reflejando el desgarro
como ayer…
como mañana.
Espera en vano la hoja verde del consuelo
para renacer fugaz al clarear el día.
Luego, hace un hueco en la orilla del desdén y grita:
No me dejes ir
¡Retenme!
- Araceli García - Palma de Mallorca (Agosto 2008)