Mi pequeña orquídea.

 

Latió el silencio vertebrado

al abrir el portón

del negro olvido.

 

Vestigios acerbos

postulan emociones

que ya no existen.

 

Cortesana enlutada,

sombra de lo irremediable.

 

Lloré...

arrodillada en el jardín de arena

donde se agosta mi pequeña orquídea.

 

             - Araceli García López- (Palma de Mallorca)